Y es que, decora más el que quiere que el que puede. Ya no podeís decir que no os llega el presupuesto para dejar vuestro jardín divino de la muerte. Sólo teneís que ir recorriendo el barrio en busca de las muñecas y peluches desechados por los infantes, no puede faltar alguna estampita de Nuestro Señor Jesús del Cristo.
Con un poco de buen gusto, podreís darle a vuestro jardín un aire...cómo diría yo...bueno, que no tendreís visitas ni de vuestros colegas. Ahí queda.
Vía Dark Roasted.
lunes, 28 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Es como una advertencia para que no se acerquen más peluches...
O un altar de sacrificios, algo religioso, sectario, chungofeo...
Publicar un comentario