Como sabréis, hace poco he estado por Amsterdam. Y no todo ha sido asueto y diversión, también he estado haciendo trabajo de campo. Aquí os traigo un par de perlas con las que me encontré por allí y que al principio me hicieron dudar de si la asidua visita a los coffee shops (todo trabajo de campo, insisto) estaba alterando mi percepción.
En primer lugar me encontré con un lugar mágico. Una tienda de remedios poderosos y ancestrales que ríete tú de los de Hogwarts.
Como veréis, en este rincón donde la los conocimientos secretos y el bien ajeno caminan de la mano la tradición no está reñida con la modernidad. ¡Qué gran idea los quitamales en aerosol! ¡Qué estupendo hacer desaparecer los problemas de la hipoteca de una rociada limpia y rápida!
Pero las rarezas de Amsterdam no quedaban aquí. ¿Os habéis preguntado alguna vez que hacen los superhéroes de la pérfida Albión cuando tienen una despedida de soltero? Pues, en su humildad, viajan a Amsterdam como cualquier hijo de vecino. Sólo que ellos lo hacen en su particular vehículo:
Esta fantástica arma de devorar kilómetros se desplaza mediante un ingenioso sistema a pedales en el que todos sus pasajeros pedalean mientras reciben combustible de un barril de cerveza. Los watchmen también tienen derecho a relajarse, a su manera.
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3 comentarios:
jajaja XD
Impresionante, impresionante.
Yo quiero un rociador de esos, especificamente ese de ¡vete diablo vete! Que se lo voy a tirar a uno por la cabeza.
Y lo del "bici-birra" a ver cuando lo importamos :D y de paso a ver quien tiene lo que hay que tener para ir disfrazado de Dr. Manhattan :D
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